lunes, 11 de febrero de 2013

Denuncia al cine

Hoy, mañana o cuando quiera, usted podrá levantarse a las 9, bajarse al bar y comprarse un periódico. En el que verá la cartelera de cine. La diferencia que podrá encontrar de hace 30, 40 años serán las películas, las películas de terror.
El género ha cambiado, para mi gusto a peor. Nos encontramos con un género estancado, en el que Hollywood vive de rentas y de películas malas con las que saca dinero a jóvenes sin un ápice de cultura cinéfila, que buscan ver sangre y a los que no les importa el motivo. Un grupo de veinteañeros a los que sigue un loco maníaco a lo largo de 5 entregas sirve, o uno nuevo que sea igual que los anteriores. O una película en la que de igual la trama, en la que solo importen 4 sustos y el final apoteósico hasta las trancas de sangre. Hace años la imaginación estaba por encima de los efectos especiales, salían películas angustiosas como Al final de la escalera, Rosemary's baby, que provocan situaciones que son puro terror sin utilizar las nuevas tecnologías. En realidad, yo no he vivido esos años, pero cuando pienso en buenas películas automáticamente la cabeza piensa en Stanley, con su resplandor, Hellraiser, de Clive Baker, entre muchos otros. Pocas veces pensaré en alguna que se haya hecho en mis 15 años de existencia, y teniendo en cuenta la diferencia de recursos que existe entre ''una época'' y la actual da que pensar. Pero la culpa no la tienen solo las productoras, tambien es complice el público que paga una entrada para ver cualquier bodrio industrial. 

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